Garcilaso y el arte de sentir

Obras completas de Garcilaso de la Vega




Hola a todas y todos y bienvenidos a Reescribiendo la piel.  En la entrada de hoy hablaré de Las obras completas de Garcilaso.

La poesía siempre me ha dado miedo. Creo que para poder entender de lo que el autor habla, captar todos los mensajes ocultos, hay que estar muy despierto y tener muchas referencias a las que poder agarrarte, por esto mismo, cuando comencé a leer la obra me sorprendió como cada verso, casi sin quererlo, te atrapa y sumerge en la historia que narra, es casi como estar allí, viendo cómo el agua del río corre envalentonada a la par que el ritmo de la composición adquiere mayor fluidez.

El sonido, uno de los grandes aliados del poeta, al menos en mi opinión, más de una vez se me ha puesto la piel de gallina al sentir como me susurraba cada verso, acariciando las "s" a cada paso, o como la repetición del sonido de la "r" recrea un rugido.

Pero sin lugar a dudas, lo que más me ha gustado, por encima incluso de su genialidad a nivel compositivo, es su tacto. Cada palabra tiene el poder de acariciar algún sentimiento y aunque haya siglos de diferencia entre el momento en el que ese soneto, égloga o elegía fue compuesta, y el momento en que yo lo leo, no deja indiferente. Incluso cuando los sentimientos se encuentran envueltos dentro de referencias mitológicas, es posible llegar a sentir lo mismo que Garcilaso.

Su poesía está llena de referencias a los grandes autores clásicos, y descubrir las pequeñas referencias, o incluso los versos que son casi un calco de otros anteriores ha resultado muy interesante, y me ha ayudado a adquirir una visión aún más completa de esta producción artística. Gracias a los comentarios del editor he podido interpretar todos los detalles que en otra situación se me hubiesen escapado.

En definitiva, Garcilaso me ha sorprendido gratamente y no dudo que dentro de poco volveré a perderme entre sus páginas, para degustar con mayor sosiego cada una de sus palabras.

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