Realidad o teatro, esa es la cuestión
Tampoco os reprimáis demasiado, debéis dejar
que la discreción os guíe. Ajustad en todo la acción
a la palabra, la palabra a la acción... procurando
además no superar en modestia a la propia naturaleza,
pues cualquier exageración es contraria al
arte de actuar, cuyo fin 一antes y ahora一 ha sido
y es 一por decirlo así一 poner un espejo ante el
mundo;
mostrarle a la virtud su propia cara, al vicio
su imagen propia y a cada época y generación su
cuerpo y molde. Y esto sin exageraciones en uno
u otro sentido, pues, aunque hacen reír a los necios,
irritan a los discretos, cuya crítica 一aunque de uno
solo se trate一 debe pesar más en vosotros que la de
un teatro lleno de los más topes. Sé de actores a los
que he visto en escena 一a los que he oído elogiar ¡y
mucho!一 que no teniendo 一y seré discreto al expresarme一
ni acento de cristianos, ni su traza, ni la
de pagano u hombre alguno, se pavoneaban y gritaban
de modo tal que llegué a pensar sino se trataba
de aprendices de la naturaleza y no de hombres, pues
que tan detestablemente imitaban a los humanos.
La sociedad en la que Hamlet vió la luz consideraba la vida como un teatro constante en el que todos interpretamos un papel, lo que podría valorarse como algo completamente descabellado, pero como todo, depende del ángulo con el que se mire.
Ajustar nuestro comportamiento al entorno en el que nos movemos es algo natural, nos permite relacionarnos, establecer lazos con otros, pero hasta qué punto somos nosotros mismos o estamos interpretando un papel resulta ser un límite cuanto menos difuso. Mientras buscamos agradar a alguien podemos llegar a renunciar a parte de nuestros principios solo por ajustarnos a los suyos, o al intentar encajar en un grupo evitamos ir en contra de la mayoría anhelando sentirnos parte de él. Hamlet definió esto muy bien: “mostrarle a la virtud su propia cara, al vicio su imagen propia y a cada época y generación su cuerpo y molde”.
Las redes sociales ocupan un lugar significativo hoy en día, lo queramos o no, en nuestra sociedad. Los grandes referentes llegan a nosotros de esta forma y siguiendo su ejemplo, hacemos lo mismo con nuestro círculo. Realidades desconocidas e inexistentes entran en contacto, y la pregunta que surge es ¿dónde acaba el teatro y empieza la realidad? Una canción que me viene a la cabeza al hablar de este tema es la canción MIRÁ MAMÁ de WOS, el artista aprovecha esta canción pera hablar de cómo muchas veces el éxito le envuelve y le hace perder el rumbo, no saber qué siente en realidad, abre la vía del cuestionamiento sobre quién es en realidad, al igual que el protagonista de esta tragedia.
Comentarios
Publicar un comentario